Maximizar el bienestar animal de nuestros pacientes es nuestra principal preocupación en la clínica veterinaria.…
La rabia en perros: la importancia de la prevención
La rabia es una de las zoonosis más importantes. Se transmite a través de la saliva de los animales infectados y en la actualidad no tiene cura, produciendo la muerte a más de 59.000 personas cada año (en su mayoría niños). Los perros son los principales transmisores a nivel mundial.
Formas de contagio de la rabia en perros
La rabia es causada por un virus que se encuentra en la saliva de los animales infectados. El contagio tiene lugar por una mordedura o lamido de una herida abierta por la que el virus penetra en el organismo, se replica en las células musculares e infecta a las neuronas por las que migra hacia a la médula espinal. Una vez llega al sistema nervioso central produce encefalitis y muerte de las neuronas.
Rabia furiosa o rabia paralítica
Si sólo afecta al sistema límbico produce una rabia furiosa cuya transmisión está asociada a los perros, pero si va más allá y llega al neocórtex produce una rabia paralítica o muda asociada principalmente a la transmisión por los murciélagos. La infección llega a las glándulas salivares y se excreta por la saliva de 1a 5 días antes de que empiecen los síntomas. La carga viral de la saliva no es constante a lo largo del día, es intermitente por lo que no siempre se produce la infección. El diagnóstico definitivo es postmortem ya que el diagnóstico clínico no es seguro.
El 90 – 95% de los casos de rabia en humanos son por transmisión de los perros, aunque los gatos también pueden transmitirla y los murciélagos actúan como reservorios del virus. Hay formas de transmisión menos frecuentes como la transmisión entre humanos por trasplantes de órganos de pacientes infectados, por inhalación del virus en cuevas de murciélagos o en el laboratorio al manipular cadáveres infectados.
Sólo desarrollan la rabia el 20 – 50% de las personas atacadas. Esto es debido a la cantidad de carga virémica que presente el animal en ese momento, del número de mordeduras (a mayor número aumenta el riesgo de contagio) y de la localización de las heridas (cuanto más cerca estén del cabeza, más rápido llega al sistema nervioso). El período de incubación en personas es desde 2 semanas hasta años. Una vez que aparecen los síntomas se produce el coma a los 2 – 14 días y la muerte no más allá de los 18 días. Tanto los animales como los humanos pueden desarrollar una forma furiosa o rabiosa (65-70%) o una forma muda o paralítica.
Síntomas de la rabia en perros
Los síntomas clínicos de la rabia furiosa son: inquietud, vagabundeo, vocalizaciones, taquipnea, ptialismo, hidrofobia y ataque a animales, personas u objetos inanimados. La rabia paralítica es más difícil de diagnosticar y puede ser confundida con otras enfermedades ya que aunque hay ptialismo se produce parálisis del masetero y de la garganta con incapacidad para tragar. No suelen morder ni ser muy agresivos pero la parálisis es progresiva y mueren a los pocos días por insuficiencia respiratoria.
¿Cómo prevenir la rabia?
Lo primero que hay que hacer después del contacto con un animal rabioso o sospechoso de rabia es lavar la herida de forma enérgica con agua y jabón de 10 a 15 minutos. La prevención se realiza con la vacunación de perros, gatos y hurones a partir de las 12 semanas de edad y su revacunación anual.
La vacuna de la rabia en perros es obligatoria en la mayoría de comunidades autónomas de España y también en otros países de habla hispana.
En concreto, en nuestro país, la vacuna de la rabia en perros es obligatoria en todas las comunidades autónomas excepto Galicia, Cataluña, País Vasco y Asturias, siendo obligatorio en esta última comunidad en el caso de los perros potencialmente peligrosos. Hay que tener en cuenta que para conseguir una inmunidad colectiva o de rebaño hace falta tener el 70% de los animales vacunados y en España incluso en las comunidades autónomas en las que es obligatorio vacunar no se llega al 50% y en Galicia no llega al 10%. También debido a la gran movilidad de los animales a veces procedentes de países endémicos, la proximidad de África y que la respuesta vacunal en animales es menor que en humanos, sobre todo en gatos y animales jóvenes, en España debería ser obligatorio la vacunación de rabia en todo el territorio español y de forma anual.
España cuenta con un plan de contingencia de la rabia
España (territorio peninsular e islas) ha estado libre de rabia desde el año 1978, a excepción de un caso de rabia importado de Marruecos (junio de 2013). Las campañas de vacunación llevadas a cabo en perros dieron excelente resultado, erradicando la enfermedad de todo el país. Únicamente en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla se dan, de forma esporádica, casos importados de rabia. Nuestra proximidad geográfica con países endémicos de rabia, hacen que no se pueda descartar la aparición de esta enfermedad en nuestro territorio. Por este motivo, España tiene un plan de contingencia de la rabia que recoge las directrices para combatir la posible entrada de la enfermedad en España y su diseminación y es muy importante que vacunemos de la rabia a nuestros perros. Si todavía no lo has hecho, llámanos y pide tu cita en una de nuestras clínicas veterinarias de O Rosal o Tomiño.
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