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Enfermedad Periodontal En Perros

La enfermedad periodontal en perros y gatos

El cuidado de la higiene oral en perros y gatos es uno de los aspectos más importantes en el cuidado de la salud, detrás de la prevención y los cuidados médicos. La enfermedad periodontal es la causa más habitual de enfermedad dental en los perros.

A pesar de que cada día hay mayores conocimientos y mejores cuidados para el bienestar de nuestros compañeros, en la mayor parte de los casos el diagnóstico de enfermedad periodontal se da cuando ya hay síntomas evidentes como dolor, rascado de la boca o el no querer comer a pesar de su interés por la comida.

Cerca del 80% de perros y gatos menores de 3 años están afectados por una enfermedad periodontal, siendo los más afectados los perros de menor tamaño.

En una consulta veterinaria de rutina se pueden identificar algunos problemas pero no todos, puesto que para un examen completo y adecuado sería necesario sedar al paciente y evaluar la mordida, toda la cavidad y cada uno de los dientes.

La patología más común es la enfermedad periodontal tanto en perros como en gatos, pero frecuentemente también nos encontramos con afecciones como maloclusión, dientes extra numerarios o persistencia de dientes deciduales, carencia de dientes o defectos en el esmalte.

La maloclusión dental

Cuando la mordida no encaja como debería (maloclusión) no siempre requiere tratamiento, como en las razas braquiocefálicas (o de cara chata, como bóxer o bulldog). En el caso de que el mal cierre de la mandíbula pueda llegar a producir lesiones en los dientes, o problemas bucales, sí habría que realizar una evaluación del caso concreto para determinar qué tratamiento sería el más adecuado.

Dientes de leche persistentes y dientes extranumerarios

Otros problemas de carácter anatómico que vemos a diario en la clínica son la presencia de diente extra numerarios, es decir, que cuando hay más dientes de los que debería tener. Esto puede ser porque han retenido algún diente de leche o bien porque han desarrollado otro que no debería existir.

Cuando tenemos más dientes de los que debería haber, el poco espacio existente entre ellos permite el acúmulo de sarro, carencia de esmalte, etc. y como resultado caries e inflamación de la encía y dolor.

La enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal tiene su origen en las bacterias que habitan de forma natural en la mucosa oral (encía, lengua y saliva). Debido a un acúmulo de estas bacterias, con los minerales de la saliva y restos celulares y de comida que se petrifican formando la placa que daña la encía y la superficie de los dientes.

La formación de la placa bacteriana no siempre se puede observar a primera vista, pues empieza siendo transparente, amarillea y después se va engrosando hasta crear una costra. En esta última fase ya requiere una limpieza dental mediante ultrasonidos y tratamiento, mientras que en las fases anteriores podría ser tratada en casa mediante cepillado dental semanal o diaria con productos adecuados para el grado de progresión de la placa.

Cuando la progresión de la placa afecta a las estructuras de soporte de los dientes, el daño es irreparable, grave y requiere controles periódicos del estado de toda la boca e incluso la extracción de algunas piezas dentales para evitar dolor e infecciones. En aquellos casos en los que hay pérdida del esmalte, bien por acción del sarro, bien por traumatismos como golpes que fracturan piezas (habitualmente los colmillos en los gatos), queda la dentina o la pulpa dentaria al descubierto. La dentina tiene una composición más porosa, permitiendo mejor adhesión de las bacterias, es decir, una infección (como lo es una caries).

Cómo tratar la enfermedad periodontal

Esta infección causa inflamación en la encía y bastante dolor, por lo que debe ser siempre tratada. Los tratamientos dependen de cómo sea la caries, pudiendo ser necesaria la extracción de la pieza en los casos más graves. En caso de existir una exposición de la pulpa (la parte más interna del diente, y la más sensible), existe incluso la posibilidad de realizar una endodoncia, o en otras palabras, “matar el nervio”, y que efectivamente consiste en vaciar el diente (de sus vasos y nervios) para rellenarlo de un sustancia inerte que permitirá mantener la pieza funcionalmente.

Para un buen diagnóstico de cada caso el equipo veterinario se puede apoyar en radiografías de la cavidad oral, que pueden dar información del estado del hueso alveolar (parte ósea a la que se sujeta el diente), de la pulpa e incluso de la presencia de caries; pero siempre como apoyo a un examen completo bajo anestesia general que permita evitar molestias y además una completa evaluación de cada parte y cada pieza, que aporta la mayor parte de la información del examen odontológico.

La mejor estrategia es la prevención

Un programa preventivo de salud oral consiste en una dieta adecuada, un cepillado regular de los dientes en casa usando productos específicos para ellos (pasta dentífrica y espráis enzimáticos) y una limpieza dental periódica en una clínica veterinaria.

Prevenir situaciones graves siempre es posible, incluso aunque se tenga que empezar de cero y con unos cuantos años de edad. Consúltanos cómo y te guiaremos sea cual sea tu caso.

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